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A) Cardiovasculares: aterosclerosis (endurecimiento de las paredes arteriales), formación de placas de grasa (ateroma), lo que puede llevar a la obstrucción de las arterias con la formación de infartos en distintos órganos, principalmente en el corazón y en el cerebro.
B) Renales: Disminuye la capacidad de los riñones para realizar su función de filtrar la sangre y eliminar desechos, proceso llamado Insuficiencia Renal, que amerita ser tratado con diálisis y en los casos en los que es posible, trasplante renal. En caso de no hacerse conlleva en poco tiempo a la muerte.
C) Cerebrales: Disminuye la memoria reciente. Desarrollo de cuadros demenciales con son la Enfermedad de Alzheimer y demencia vascular. Enfermedad de Parkinson. Temblor fino en las manos.
D) Sueño: Dificultad para conciliar el sueño y para mantenerse dormido. Tendencia a quedarse dormido en el día.
E) Próstata: Aumento de tamaño de la próstata con dificultad para orinar, que llega en ocasiones a obstrucción. Aumento del riesgo de cáncer de próstata.
F) Sexualidad: Disminución del deseo sexual (disminución de la líbido). Alteraciones de la erección (disfunción sexual)
G) Huesos: Disminución de la Densidad Mineral Ósea que lleva al desarrollo de osteoporosis con incremento del riesgo de fracturas.
H) Ojos: Resequedad de los ojos (síndrome de ojo seco). Opacidad del cristalino (cataratas). Dificultad para la visión de cerca (presbicia). Afectación de la mácula (degeneración macular). Glaucoma (aumento de la presión intraocular)
I) Articulaciones: Daño del cartílago articular con desarrollo de osteoartrosis que conlleva en muchos casos a incapacidad y muerte.
J) Músculos: Disminución de la masa muscular y de la fuerza muscular.
K) Sistema Inmune: Disminuye la eficacia del sistema inmune con aumento del riesgo de infecciones.
L) Pulmones: Los pulmones tienen tendencia a hacerse rígidos (fibrosis pulmonar). Enfisema pulmonar. Tendencia al cáncer pulmonar.
M) Piel: Pérdida de la elasticidad, formación de arrugas, piel más delgada, seca y áspera. Fácil formación de “morados”. Manchas marrones oscuras (lentigo).
Si cambiamos nuestra perspectiva sobre el envejecimiento y lo vemos como el resultado del desgaste natural de nuestras células, ¿no sería emocionante pensar que podríamos influir en ello y lograr una vida más plena? Expertos visionarios han planteado la posibilidad de que, en un futuro cercano, ¡la esperanza de vida humana alcance asombrosos 140 años o incluso más! Pero no es solo un sueño lejano, pues ya estamos presenciando cómo, gracias a las terapias actuales, algunas personas lucen hasta dos décadas más jóvenes de lo que son. ¡Y esta maravillosa oportunidad puede estar al alcance de todos! Imagina disfrutar de una vitalidad rejuvenecida y experimentar una juventud prolongada, con la ayuda de estas terapias innovadoras. Además, al extender estos programas a más personas, juntos podremos desafiar los límites del envejecimiento y obtener esos mismos beneficios transformadores.
Pero eso no es todo, ¡los beneficios se extienden a nivel social y económico! Los gobiernos podrían liberar recursos que antes se destinaban a la salud de personas mayores, pues con estas terapias, la calidad de vida en la edad avanzada mejoraría significativamente. Incluso, la edad de jubilación podría retrasarse, lo que permitiría a personas mayores seguir siendo productivas y aportando su experiencia por muchos años más.