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60 días al año: Tiempo promedio del uso del celular

¿Sabes cuánto tiempo de un año le entregas a la pantalla de tu celular?

Imagina dedicar dos meses enteros del año a mirar tu teléfono. ¿Absurdo? No tanto. Esta es la realidad de la mayoría de usuarios de smartphones, teniendo en cuenta que en promedio su uso diario es de cuatro horas.

En la era digital, las pantallas se han convertido en una extensión de nuestro ser. Desde el momento en que despertamos hasta que nos acostamos, estamos constantemente expuestos a la luz azul de smartphones, tablets, computadoras y televisiones. Estos dispositivos nos ofrecen una ventana al mundo de la información, el entretenimiento y la conexión social. Pero, te has preguntado ¿qué impacto tiene su uso excesivo en nuestra vida?

¡Sigue leyendo! Aquí te contamos como detrás del brillo y conveniencia de estos dispositivos, yace un conjunto de efectos que pueden impactar nuestra salud física, mental y emocional de maneras que a menudo pasan desapercibidos. Además, te explicamos cómo funciona el cerebro cuando está frente a una pantalla y te damos algunas recomendaciones para abordar estos excesos.

 

¿Qué son las pantallas?

Las pantallas son dispositivos electrónicos que muestran información visual a través de tecnologías como LCD, LED u OLED. Su omnipresencia en nuestras vidas se debe a su capacidad para mostrar imágenes, videos, texto y aplicaciones interactivas.

Pueden encontrarse en una variedad de dispositivos, desde teléfonos móviles hasta televisores de gran formato y su uso abarca desde actividades laborales hasta momentos de ocio. Las pantallas emiten luz azul, un tipo de luz de alta energía que puede interferir con la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño.

 

Características principales de las pantallas

Un informe de la OMS advierte que el sedentarismo es el cuarto factor de riesgo de mortalidad más importante en el mundo.

  • Emisión de luz azul: La mayoría de las pantallas emiten luz azul, que puede afectar los ritmos circadianos y la calidad del sueño.

  • Interactividad: Muchas pantallas ofrecen capacidades táctiles o interactivas, lo que aumenta la participación del usuario, pero también puede llevar a un uso excesivo.

  • Conectividad: Las pantallas están cada vez más interconectadas, lo que facilita el acceso a internet y a redes sociales, pero también puede aumentar la distracción y la dependencia.

  • Portabilidad: La portabilidad de las pantallas permite su uso en una variedad de entornos, lo que puede llevar a un uso constante en cualquier momento y lugar.

 

¿Por qué estamos tan enganchados a las pantallas y las usamos excesivamente?

Las pantallas están diseñadas para mantenernos atrapados, formando parte de lo que se llama la "economía de la atención". En este modelo, nuestra atención y datos son los productos que se venden, en lugar de bienes o servicios. Pasamos horas en estas aplicaciones, sumando un gran caudal de tiempo de nuestras vidas.

Las aplicaciones y redes sociales están diseñadas para atrapar nuestra atención y generar adicción; utilizan técnicas similares a las de las máquinas tragamonedas. Desencadenan la liberación de dopamina en nuestro cerebro, un neurotransmisor que nos motiva a repetir comportamientos. Esto se traduce en un ciclo adictivo, donde buscamos constantemente esa gratificación.

Y aunque no existe una definición única y universalmente aceptada del uso excesivo de pantallas; se considera que un uso problemático se caracteriza por:

  • Dificultad para controlar el tiempo que se pasa frente a las pantallas.

  • Priorizar el uso de pantallas sobre otras actividades importantes, como el trabajo, el estudio o las relaciones sociales.

  • Negligencia de las responsabilidades debido al uso de pantallas.

  • Sensación de ansiedad o irritabilidad cuando no se pueden usar las pantallas.

  • Experiencia de síntomas de abstinencia, como inquietud o tristeza, cuando se reduce el tiempo de uso.

 

Consecuencias del uso excesivo de pantallas

El uso continuo de las pantallas puede afectar diferentes aspectos físicos y mentales en nuestra salud. Incluyendo problemas para dormir, fatiga diurna y dificultad para concentrarse. A continuación encontrarás los efectos más comunes:

Efectos físicos

  1. Fatiga visual: La exposición prolongada a la luz azul de las pantallas puede provocar sequedad ocular, visión borrosa, dolores de cabeza, dificultad para enfocar, irritación ocular y en casos extremos problemas de visión permanente.

  2. Trastornos del sueño: La luz azul suprime la producción de melatonina, una hormona que regula el sueño. Esto puede ocasionar insomnio, somnolencia diurna, fatiga y alteraciones en el ritmo circadiano.

  3. Problemas de postura: Pasar demasiado tiempo sentado frente a una pantalla puede provocar dolores de espalda, cuello y hombros, además de aumentar el riesgo de lesiones por esfuerzo repetitivo.

  4. Obesidad: El uso excesivo de pantallas se asocia con un mayor riesgo de obesidad debido al sedentarismo y a la mala alimentación.

 

Efectos mentales

  1. Dificultad para concentrarse: La multitarea constante y la estimulación excesiva pueden afectar la capacidad de concentración, la memoria y el rendimiento académico. En ocasiones puede causar una sobrecarga cognitiva debido a la exposición a una gran cantidad de información.

  2. Ansiedad y depresión: El uso excesivo de redes sociales y la comparación social online pueden aumentar los niveles de ansiedad y depresión.

  3. Problemas de autoestima: La exposición a imágenes retocadas y a estándares de belleza irreales puede afectar negativamente la autoestima, especialmente en niños y adolescentes.

  4. Adicción: El uso excesivo de pantallas puede generar una adicción similar a la de otras sustancias, con síntomas como la compulsión por usar el dispositivo, el nerviosismo cuando no se tiene acceso a él y la negación de la existencia de un problema.

 

Efectos directos según la población

NIÑOS

  • Desarrollo cerebral: Los niños pequeños son especialmente vulnerables a los efectos de la luz azul, ya que su cerebro aún está en desarrollo. La exposición excesiva a las pantallas puede afectar el desarrollo del lenguaje, la atención y las habilidades sociales.

  • Problemas de aprendizaje: Los estudios han demostrado que los niños que pasan demasiado tiempo frente a las pantallas tienen un mayor riesgo de problemas de aprendizaje, como la dislexia y la TDAH.

  • Obesidad: El uso sedentario de las pantallas puede contribuir al aumento de peso y la obesidad en los niños.

  • Problemas de salud mental: La exposición a contenido violento o inapropiado en las pantallas puede aumentar el riesgo de ansiedad, depresión y otros problemas de salud mental.

La Academia Estadounidense de Pediatría recomienda que los niños menores de 2 años no tengan exposición a las pantallas y que los niños entre 2 y 5 años limiten su tiempo de pantalla a 1 hora al día.

    Más efectos en los niños.

     

    ADOLESCENTES

    • Salud mental: El uso excesivo de redes sociales y la exposición a contenido inapropiado en línea pueden contribuir a problemas de salud mental, como la ansiedad, depresión y riesgo de suicidio. Además, puede causar baja autoestima y problemas de imagen corporal.

    • Rendimiento académico: El tiempo dedicado a las pantallas puede interferir con el rendimiento académico debido a la distracción y la falta de concentración.

    • Postura y salud física: El uso prolongado de dispositivos móviles puede provocar problemas posturales y dolores musculares, especialmente en el cuello y la espalda.

    Según un estudio reciente, el 80% de los adolescentes revisan sus teléfonos varias veces por hora, lo que contribuye a una mayor distracción y falta de concentración en la escuela.

       

      ADULTOS

      • Salud cardiovascular: Estar sentado frente a una pantalla durante largos períodos de tiempo se ha asociado con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares.

      • Impacto en las relaciones interpersonales: El uso excesivo de dispositivos electrónicos puede afectar las relaciones personales y disminuir la calidad de la comunicación cara a cara, dificultando mantener relaciones sociales y creando aislamiento social.

      • Disminución de la productividad en el trabajo.

      • Trastornos del sueño: La exposición a la luz azul de las pantallas antes de dormir puede afectar la calidad del sueño y contribuir al insomnio.

      • Problemas de postura: La mala postura al usar dispositivos electrónicos puede provocar dolor de cuello, espalda y hombros.

       

      ¿Cómo funciona el cerebro normalmente y cómo se ve afectado por el uso excesivo de pantallas?

      El cerebro funciona como un complejo sistema de procesamiento de información. Está formado por miles de millones de células nerviosas llamadas neuronas, que se comunican entre sí a través de señales eléctricas y químicas. Estas señales viajan a través de redes neuronales, permitiendo al cerebro realizar todas las funciones que necesitamos para vivir, como pensar, sentir, moverse y recordar cosas.

      Este fascinante y complejo órgano se encarga de procesar información, regular nuestras emociones y controlar nuestro comportamiento. Cuando usamos una pantalla, nuestro cerebro se ve inundado de información visual y auditiva. Esto puede sobrecargar el cerebro y dificultar la concentración, la memoria y el aprendizaje.

      El uso excesivo de pantallas puede alterar el funcionamiento normal del cerebro así:

      • Aumento de la dopamina: La dopamina es un neurotransmisor asociado al placer y la recompensa. Las pantallas liberan dopamina de manera similar a las drogas adictivas, lo que puede generar una sensación de placer temporal pero que a la larga puede llevar a la adicción.

      • Disminución de la actividad en la corteza prefrontal: La corteza prefrontal es la parte del cerebro responsable de la planificación, la toma de decisiones y el control de los impulsos. El uso excesivo de pantallas puede disminuir la actividad en esta área, lo que puede dificultar la concentración, la toma de decisiones y el control del comportamiento.

      • Aumento del cortisol: El cortisol es una hormona del estrés que se libera en respuesta a las amenazas. El uso excesivo de pantallas puede aumentar los niveles de cortisol, lo que puede provocar ansiedad, irritabilidad y problemas de sueño.

      • Sobrecarga de información: El cerebro recibe una cantidad abrumadora de información visual y auditiva a través de las pantallas, lo que puede dificultar su procesamiento y generar estrés.

      • Falta de estimulación sensorial: Al enfocarnos en una pantalla, privamos al cerebro de otros tipos de estimulación sensorial, como el contacto físico, el movimiento y la interacción con la naturaleza.

       

       

      Recomendaciones para evitar los efectos negativos de las pantallas

      • Establecer límites de tiempo, decidiendo cuánto tiempo al día deseamos pasar frente a las pantallas.

      • Promover hábitos saludables de sueño, como evitar el uso de pantallas antes de acostarse.

      • Crear zonas libres de pantallas; designando áreas en el hogar donde no se permita el uso de pantallas, como el dormitorio y el comedor.

      • Ofrecer alternativas; animando a los niños a participar en actividades que no impliquen pantallas, como leer, jugar al aire libre o pasar tiempo con la familia.

      • Buscar la ayuda profesional de un psicólogo o terapeuta, para los casos en los que considere que tiene un problema con el uso excesivo de pantallas.

      • Educar sobre los riesgos del uso excesivo de pantallas y fomentar un uso consciente y equilibrado de la tecnología.

      • Hacer descansos frecuentes, levantando la vista de la pantalla y mirando a lo lejos cada 20 minutos.

      • Ajustar el brillo y el contraste de las pantallas.

      • Usar gafas que puedan bloquear la luz azul dañina de las pantallas.

      • Priorizar las interacciones sociales cara a cara sobre las interacciones digitales siempre que sea posible.

      • Utilizar aplicaciones y herramientas para controlar el tiempo que se pasa frente a las pantallas.

       

      En un mundo hiperconectado, donde las pantallas se han convertido en una extensión de nuestra mano, es crucial tomar conciencia de los efectos del uso excesivo de estos dispositivos en nuestra salud mental y bienestar general. La evidencia científica es contundente: la sobreexposición a las pantallas puede desencadenar ansiedad, depresión, problemas de sueño, dificultades de atención e incluso afectar nuestras relaciones interpersonales.

      Es hora de desconectar para reconectar, redescubrir el mundo real, de apreciar la belleza de la naturaleza, de fortalecer los lazos con nuestros seres queridos y de cultivar hábitos que nutran nuestra mente y espíritu.

      Te invitamos a compartir este artículo con amigos, familiares y colegas para aumentar la conciencia sobre este importante tema. 

      ¿Has experimentado tú mismo los efectos del uso excesivo de pantallas? ¿Qué estrategias has encontrado útiles para reducir tu tiempo frente a la pantalla y mejorar tu bienestar?

      ¡Comparte tus experiencias y consejos en los comentarios! Juntos, podemos trabajar hacia un uso más consciente y equilibrado de la tecnología en nuestras vidas.

       

      Referencias

      [1] Activity, M. P. (2019, 2 abril). Guidelines on physical activity, sedentary behaviour and sleep for children under 5 years of age. https://www.who.int/publications/i/item/9789241550536Cronista, E. (2023, 16 mayo). ¿Adicción o necesidad? Un informe revela cuánto tiempo usan el teléfono los españoles: las cifras asustan. ECC. https://www.cronista.com/espana/pc-movil/adiccion-o-necesidad-un-informe-revela-cuanto-tiempo-usan-el-telefono-los-espanoles-las-cifras-asustan/

      [2] De los Andes, C. U. (s. f.). Problemas de salud por uso de pantallas | Clínica UANDES. Uandes. https://www.clinicauandes.cl/noticia/cuatro-problemas-de-salud-derivados-del-uso-de-pantallas

      [3] Estar constantemente conectado: beneficios y efectos nocivos del consumo digital en niños y adolescentes. (s. f.). HealthyChildren.org. https://www.healthychildren.org/Spanish/family-life/Media/Paginas/adverse-effects-of-television-commercials.aspxEuroinnova Business School. (2023, 19 abril).

      [4] Herramientas de reparación de móviles: cómo hacer tu trabajo más fácil. https://www.euroinnova.co/blog/exceso-de-consumo-de-pantallas

      [5] National Geographic España. (2024, 16 abril). National Geographic. https://www.nationalgeographicla.com/ciencia/2023/02/como-afecta-al-cerebro-el-uso-excesivo-de-las-pantallas

      [6] Pardo, S. (2024, 5 enero). Cinco formas en las que el uso abusivo de pantallas afecta a la salud mental. Infobae. https://www.infobae.com/salud/2024/01/05/cinco-formas-en-las-que-el-uso-abusivo-de-pantallas-afecta-a-la-salud-mental/

      [7] Rosen, L. D., Lim, A. F., Carrier, L. M., & Cheever, N. A. (2016). An empirical examination of the educational impact of text message-induced task switching in the classroom: Educational implications and strategies to enhance learning. Psicología Educativa, 22(3), 381-389.

      [8] Santos, R. M. S., Mendes, C., Bressani, G. y. S., De Alcantara Ventura, S., De Almeida Nogueira, Y. J., De Miranda, D. M., & Romano‐Silva, M. A. (2023). The associations between screen time and mental health in adolescents: a systematic review. BMC Psychology, 11(1). https://doi.org/10.1186/s40359-023-01166-7

      [9] Twenge, J. M. (2017). iGen: Why Today’s Super-Connected Kids Are Growing Up Less Rebellious, More Tolerant, Less Happy–and Completely Unprepared for Adulthood–and What That Means for the Rest of Us. Simon and Schuster.

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